Imagen tomada de: http://sambaboysindublin.blogspot.com/
Un día cualquiera alguien puede aparecer
y cambiar su curso. Son tantas las maneras como ese cambio puede llegar que
con el tiempo debemos aprender a identificar el instante, si queremos
conocernos mejor. Algo viene a hacernos sentir bien, conspirar contra la
apariencia de actualidad con que el ahora esconde la profundidad del tiempo.
Una mujer escucha la canción En construcción, de Chico Buarque, los
que no conocen el tema se admiran de su letra, pero otros la hemos escuchado
muchas veces. En ella, el protagonista va sufriendo una serie de mutaciones en
una vida de cuya rutina no puede escapar, se convierte en un animal donde las
muestras de afecto pierden todo sentido, para terminar estallado; primero de un
modo sorprendente interrumpiendo el tráfico, al final, ya carente de toda
materia humana, hecho un paquete flácido. Chico Buarque escribió esto en medio
de la dictadura que desgobernó Brasil. Prohibida la libertad, lo que tenemos de
humano se difumina. Nuestras acciones son invadidas por la rutina y aún los
momentos más bellos parecen dibujar una mueca de asco. Nada vive bajo el peso
de los tiranos, nada vive en Cuba. Lo único que estos momentos tienen de
humanos es el grito. La plegaria, dirigir los ojos a algo que no sea un
semejante del que se teme pueda delatarnos. Dios o los dioses se convierten en
confidentes y el arte se llena de alusiones divinas. Así parió Chico Buarque
otro de sus temas inmortales: Calise.
La canción comienza pidiendo: “padre, aparta de mi este cáliz”. La semejanza de
pronunciación que en portugués tienen la palabra cáliz y la palabra cállese,
permite un juego de palabras donde la vociferación del militar viene a
silenciar la petición del desgraciado a lo largo del tema. Después de estas dos
canciones todo compositor podría ir a dormir, su vivacidad queda en el aire y
el tiempo y el espacio son incapaces de aprehenderlo.
Próximamente serán las elecciones
en Venezuela y un Chávez agonizante, física y espiritualmente, no para de
amenazar con la guerra civil, de insultar a su contrario, de responder con
miedo al agotamiento. Su derrota sería para Cuba el fin, una vez más, de un
régimen de beneficios desmedidos por servicios deficientes. El ahondamiento consecuente
de la crisis económica cubana obligaría a Raúl Castro a acelerar un sistema de
reformas empantanado, a implementar una ley migratoria que favorecería la ya
lamentable enajenación, para Cuba, de muchos de sus mejores y más preparados
jóvenes, y a acrecentar la violencia contra la sociedad civil cubana que anhela
conseguir la suplantación de sus expirados gobernantes.
Los temas de Chico Buarque tienen
hoy, por tanto, la fuerza que tuvieron siempre para las sociedades donde la
libertad permanece anegada en los drenajes de ciudades ruinosas y campos secos.
Para Cuba, donde todos los que somos padres o madres queremos disfrutar la
libertad sin tener que huir con nuestros hijos de los fragmentos de metralla,
sin un avión bombardeando las tiendas de víveres como pasa en las zonas
rebeldes de la ciudad siria de Alepo, sin una mano infantil, rígida, saliendo
de entre las piedras; para Cuba Chico Buarque conmueve como el primer día.
De muito gorda a porca já não anda,
de muito usada a faca já não corta;
como é difícil, pai, abrir a porta,[1]
de muito usada a faca já não corta;
como é difícil, pai, abrir a porta,[1]
Chico Buarque: Calise
Boris G. Arenas
[1] De tan gorda la puerca ya no anda/ de tan usada la daga ya no corta/ qué difícil es, padre, abrir la puerta (Chico Buarque Calise)
Esta y otras informaciónes fueron tomadas de: http://sanchezsottosanto.over-blog.es/
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