Huber
Matos acaba de morir hoy 27 de noviembre de 2014 en la ciudad de Miami.
Años
atrás pude leer “Cómo llegó la noche” y es casi todo lo que sé del Comandante
Huber Matos.
Ya
se fue y no lo pudimos recibir en Cuba, mostrarle su patria y escucharlo
dirigirse a todos los cubanos.
Otra
de tantas necesidades pendientes que se nos va sin remedio.
Demasiado
odio se tiene que poder movilizar desde la nada para traicionar a quienes te
acompañan, te siguen o te protegen.
Es
esa nada con la que el castrismo fundó su perdurabilidad y Huber Matos fue una
de sus primeras víctimas.
No
estoy convencido de que la muerte sea un mal acompañante, importante como es,
sus cavilaciones no pueden ser triviales.
No
le pido a Dios, le pido a la muerte, que guíe a Huber Matos en este camino, lo
distinga, le converse, y que recuerde muy bien cada detalle, pues de ello quiero
que me hable cuando sea a mí al que acompañe.
Boris González Arenas