En los últimos años ha aumentado, en los países
latinoamericanos, el ajuste con la memoria de las dictaduras que en el pasado
las oprimieron brutalmente. Los ciudadanos de aquellos países que hoy disfrutan
de la democracia constataron, con la llegada de la libertad, porque no hay
libertad en las dictaduras –no es libre el millonario que se ha hecho con leyes
de excepción, el que camina despreocupado porque no ejerce la política ni el
que escribe un libro escondiendo lo que piensa-, que haber renunciado al
ejercicio de su soberanía fue el mejor favor que pudieron hacerle a los
déspotas.
Por estos días la Asociación Nacional de
Magistrados del Poder Judicial de Chile ha hecho pública una declaración en la
que pide perdón, con mayúsculas, por la enajenación de sus funciones de
salvaguardar la justicia durante el periodo de la dictadura militar encabezada
por Augusto Pinochet. El documento afirma que: “El Poder Judicial pudo y
debió hacer mucho más, máxime cuando fue la única institución de la República
que no fue intervenida por el gobierno de facto”. La afirmación anterior es
lúcida, a las instituciones intervenidas resulta más difícil demandarles
responsabilidad cívica cuando sus funcionarios son cómplices puestos “a dedo”.
Pero cuando una institución no es intervenida y, por la amenaza que supone
ejercer sus funciones en un gobierno autoritario, acepta pervertirse en favor
del nuevo orden, sus miembros se cubren de ignominia y destruyen en días lo que
demora años construir: el respeto y la dignidad.
En Cuba
será mucho más difícil este proceso de revisión interna. Descontinuada la
institucionalidad republicana, el estado de cosas emanado del gobierno de Fidel
Alejandro Castro Ruz supuso la construcción de entidades que siempre estuvieron
a medio camino entre la institución y la herramienta de control político.
Exorbitantes penas de prisión y fusilamientos son aplicados a los opositores
del gobierno sin que medie ninguna defensa efectiva. Burócratas que disfrutan
del protagonismo político son desahuciados en medio de vejaciones, ya sea desde
una estructura de propaganda ideológica difusa, como desde la tribuna o la
letra del caudillo barbado. Los presupuestos de la nación han sido manejados al
antojo de Fidel y su inefable hermano, aumentando o disminuyendo las
asignaciones, devaluando la moneda o creando otra a su cuenta y sin riesgo. Con
tal actitud los cubanos vimos caer una a una las que debían ser nuestras instituciones
más sagradas. La justicia, la economía, la prensa, las prestaciones sociales,
todo ello devino ruina cuando todavía no era edificio. Las instituciones
armadas han sido viciadas con la regalía y el premio, dando por resultado que
el ejército que en 1989 volvió de África orgulloso y autosuficiente, no puede
exhibir entre su jerarquía hoy mucho más que un conjunto de arribistas
cómplices.
El pueblo de Brasil recuerda el papel que
jugaron tres instituciones durante la última dictadura militar en aquel país:
la prensa, la justicia y la Iglesia Católica. No parece que los cubanos vayamos
a deberle a institución alguna su actitud en los tiempos del castrismo. A un
puñado de religiosos, periodistas y abogados sí; pero tanto como a otro puñado
de mecánicos, carpinteros o militares. Difícil es que alguna institución cubana
pueda marcar un antes y un después en el ejercicio autoritario estatal en Cuba.
Tan difícil, que me atrevería a afirmar, aun deseándolo, que no será posible.
Hoy se
cumplen cuarenta años del golpe militar que presidió Augusto Pinochet, abriendo
para Chile casi dos décadas de opresión y muerte. El reconocimiento de la
complicidad y la cooperación puede ser doloroso, pero es la única vía para
relacionar de nuevo la dignidad con aquella que se perdió para siempre en las
primeras horas del 11 de septiembre de 1973. Los que renuncien a ello, irán a
la tumba íntegros físicamente, pero habrán dejado en el camino de la vida
trozos muchos más preciosos que un bulto de carne.
Boris González Arenas
11 de septiembre de 2013
YA SABEMOS CUAL VA A SER EL PAPEL DE YOANI EN LA GRAN Y LUJOSA PACHANGA DE LOS EMPRESARIOS MEXICANOS . http://nuevoaccion.com/
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